PALERMO.- Una conferencia internacional sobre Libia terminó en la ciudad italiana de Palermo con compromisos a una hoja de ruta liderada por las Naciones Unidas que prevé elecciones el próximo año, pero sin ningún acuerdo vinculante entre las facciones enfrentadas.
En una conferencia de prensa conjunta el martes, el enviado especial de la ONU para Libia, Ghassan Salame, y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, describieron la cumbre de dos días como un «éxito» y un «primer paso en la dirección correcta», pero se marcharon sin más que promesas de palabra.
«Palermo fue un hito para que los libios establezcan un marco común», dijo Salame, refiriéndose al plan para una conferencia nacional y las posteriores elecciones que se celebrarán en los primeros meses de 2019. El enviado de la ONU aseguró que el general renegado Khalifa Haftar, el más reacio a participar en el proceso dirigido por la ONU, estaba «comprometido a apoyar» la hoja de ruta propuesta.
Sin embargo, la cumbre terminó sin un acuerdo por escrito y sin un calendario claro para la conferencia nacional o el proceso electoral. Tampoco quedó claro si las partes encontraron un terreno común con respecto a las medidas económicas y de seguridad adicionales necesarias para estabilizar a la Libia asolada por la guerra y dar un respiro a su desolada economía.