MANAGUA.- El Gobierno de Nicaragua atacó este martes a España por lo que consideró una “inadmisible intromisión” en sus asuntos internos y la acuso de carecer de “autoridad moral” ante “tanta falacia, encubrimiento, mentiras, delitos, crímenes de odio y lesa humanidad, que no confiesan, pero que todo el mundo conoce y condena”.
En una nota dirigida al Ministro de Exteriores español, la diplomacia nicaragüense lamentó y condenó “la inadmisible intromisión del Gobierno del Reino de España en los asuntos internos que solo corresponden a nuestro país y nuestro pueblo”.
La nota, a la que Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega y vicepresidente del país, dedicó 10 minutos en su alocución diaria, sostiene que su gobierno ha denuncia, y seguirá haciéndolo, a cínica y continúa, intromisión, injerencia e intervención impropia de gobiernos democráticos, impropia también de régimenes que incumplen continuamente con los derechos de sus pueblos a la autonomía o a procesos autonómicos de independencia.
España advirtió a comienzos de esta semana que las elecciones en Nicaragua no son creíbles tras desiciones como la de cancelar, a tres meses de los comicios generales, la personalidad jurídica de la alianza opositora Ciudadanos por la Libertad (CxL) por parte del Consejo Supremo Electoral del país.
Por medio de un comunicado del Ministerio de Exteriores, el Gobierno español consideró que esta medida, junto a otras adoptadas recientemente por Managua, “impiden que el proceso electoral en ciernes ofrezca un resultado con garantías y credibilidad”.
En la nota oficial, Nicaragua le recordó al país ibérico sus “graves temas pendientes, que vienen desde la década de los 80, cuando su entonces presidente “socialista” Don Felipe González, creó los llamados Grupos Anti-Terroristas de Liberación (GAL) que mancharon para siempre a España con responsabilidad sobre crímenes de lesa humanidad, nunca investigados o juzgados”.
Nicaragua aseguró que España no esclareció “cada uno de esos crímenes de odio y lesa humanidad que, según Naciones Unidas, no prescriben, es decir, están pendientes de investigación y condena en esa, llamada por ellos mismos, “democracia perfecta”.
La nota destaca “el carácter inmoral de las instituciones españolas, que descaradamente se atreven a colocar coronas en sus desprestigiadas cabezas, pretendiendo ignorar la carga criminal de manipulación histórica de un Estado que persigue, encarcela, tortura y mata, sin ninguna autocrítica, arrepentimiento, justicia o rectificación”.
“Al Estado español, ese que orondamente critica, acusa y no exige lo que ellos mismos no dan, la historia nunca les absolverá”.
La nota asegura que Nicaragua no es “ni será, nunca más, territorio dominado por la codicia criminal de nadie” e invita a España a la reflexión.