QUITO.— En el debate oficial de este domingo, los candidatos a la Presidencia de Ecuador presentaron diversas propuestas en respuesta a la actual situación del país.
Estas propuestas incluyeron la construcción de una moderna instalación penitenciaria, medidas para restringir el ingreso de individuos extranjeros con antecedentes penales, y la implementación de medidas de seguridad más estrictas en puertos y aeropuertos. Este debate tuvo lugar pocos días después del trágico asesinato de uno de los aspirantes presidenciales.
El intercambio entre los siete candidatos comenzó con un momento de silencio en honor al centrista Fernando Villavicencio, quien fue víctima de un tiroteo mortal el 9 de agosto, poco antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales programadas para el 20 del mismo mes.
Durante el evento, el candidato de la derecha, Daniel Noboa, optó por asistir al debate con un chaleco antibalas, mientras que el abogado indígena Yaku Pérez, representante de la izquierda, llevaba un lazo negro en su pecho.
Luisa González, candidata afín al exmandatario izquierdista Rafael Correa (2007-2017), propuso la creación de una «nueva instalación penitenciaria costera, dotada de medidas de seguridad, alejada del centro urbano de Guayaquil», una de las urbes más afectadas por la violencia en el país.
Por su parte, Otto Sonnenholzner, exvicepresidente y representante de la derecha, sugirió la imposición de restricciones para la entrada de individuos extranjeros con historiales judiciales previos a Ecuador.
Jan Topic, candidato de orientación derechista, destacó la importancia de fortalecer y capacitar a las fuerzas del orden, así como de coordinar todas las fuentes de inteligencia para rastrear el movimiento de fondos ilícitos relacionados con el narcotráfico y la corrupción.
Para abordar el tráfico de drogas, Xavier Hervas, de centro derecha, propuso la «militarización de los puertos marítimos y aeropuertos internacionales», que a menudo son utilizados como vías de envío de drogas hacia Estados Unidos y Europa.
Yaku Pérez, por su parte, abogó por restaurar la seguridad ciudadana mediante patrullajes intensivos de las fuerzas de seguridad y la promoción de la presencia de «educadores y profesionales médicos» en las comunidades más afectadas por la violencia.
Además, durante el debate se retomó el tema de los subsidios a los combustibles, que había sido motivo de violentas protestas por parte de grupos indígenas en años anteriores, causando múltiples muertes y heridas.