Desacuerdos afectan relación Brasil-Israel

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TEL AVIV.— Después de que el embajador brasileño en Tel Aviv fuera reprendido por el gobierno de Netanyahu, Lula convocó a su diplomático de regreso a Brasil.

Posteriormente, llamó a Daniel Zonshine, embajador israelí en el país latinoamericano, a una reunión en el Palacio de Itamaraty, generando una nueva tensión en la relación bilateral.

Los analistas políticos sostienen que la relación entre Brasil e Israel ha estado marcada por constantes desencuentros. Por ejemplo, en 2014, Yigal Palmor, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, calificó a Brasil como un «enano diplomático» después de que el Gobierno de Dilma Rousseff señalara el uso desproporcionado de la fuerza por parte de Israel en un conflicto en la Franja de Gaza.

El discurso del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva el 17 de febrero ha generado una repercusión sin precedentes. Israel no solo declaró a Lula como persona non grata hasta que presente disculpas, sino que también convocó al embajador brasileño Frederico Meyer para exigir explicaciones.

Lula expresó su determinación de ampliar las donaciones brasileñas a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa), a pesar de que Estados Unidos y más de una decena de países occidentales suspendieron la ayuda financiera después de que Israel acusara a algunos de sus miembros palestinos de participar en los ataques del 7 de octubre.

Una vez de regreso en Brasil, el gobierno de Netanyahu, aliado de Bolsonaro, declaró a Lula persona non grata y anunció que no podrá ingresar a Israel hasta que se retracte y ofrezca disculpas. La Cancillería israelí también convocó al embajador brasileño en Tel Aviv, Frederico Meyer, para comunicarle la decisión sobre Lula.