PARÍS.— Los sospechosos del audaz robo de joyas en el Museo del Louvre fueron arrestados, justo cuando uno de ellos estaba a punto de abandonar Francia, informó este domingo la fiscalía de París.
Dos hombres de unos 30 años, originarios del suburbio de Seine-Saint-Denis, al norte de la capital —una de las zonas más desfavorecidas del país— fueron detenidos el sábado por la noche, según el diario Le Parisien, que dio la primicia.
Ambos eran conocidos por la policía francesa, y uno de ellos estaba a punto de tomar un vuelo a Argelia desde el aeropuerto Charles de Gaulle, según el mismo medio.
Hasta el domingo no había indicios de que se hubieran recuperado las joyas robadas, entre ellas piezas históricas de la corona francesa.
La fiscal se enfurece por la filtración
La fiscal de París, Laure Beccuau, no precisó cuántas personas fueron arrestadas ni ofreció más información sobre los sospechosos. En un comunicado, lamentó la filtración de información sobre las detenciones.
“Esta revelación solo puede entorpecer los esfuerzos de los cerca de 100 investigadores movilizados, tanto en la búsqueda de las joyas robadas como de todos los responsables. Es demasiado pronto para brindar detalles específicos”, señaló Beccuau.
El ministro del Interior, Laurent Nunez, bajo presión pública para mostrar resultados una semana después del robo, felicitó a los investigadores en un tuit, aunque no dio más detalles.
Un robo que sacudió a Francia
Cuatro ladrones encapuchados se llevaron ocho piezas preciosas valoradas en unos 102 millones de dólares el 19 de octubre, en un golpe que exhibió graves fallas de seguridad en el museo más visitado del mundo.
Los delincuentes usaron una grúa para romper una ventana del piso superior durante el horario de apertura y escaparon en motocicletas.
La noticia del robo conmocionó a Francia y al mundo, desatando un debate sobre la vulnerabilidad de su patrimonio cultural.
Entre los tesoros sustraídos había una tiara y un pendiente que pertenecieron a las reinas María Amelia y Hortensia, del siglo XIX.
La corona de la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, fue hallada dañada fuera del museo: los ladrones aparentemente la dejaron caer durante su huida. La pieza estaba hecha de oro, esmeraldas y diamantes.
Construido a fines del siglo XII, el Palacio del Louvre fue la residencia oficial de los reyes de Francia hasta que Luis XIV se trasladó a Versalles. En 1793, cuatro años después de la Revolución Francesa, se convirtió en un museo para albergar la colección real de arte.
Su vasta colección —que incluye obras maestras como la Mona Lisa y la Venus de Milo— recibió el año pasado 8,7 millones de visitantes, consolidando al Louvre como el museo más visitado del mundo.
