WASHINGTON.- Negociadores de Estados Unidos y China darán inicio este miércoles a dos días de diálogo de alto nivel para tratar de encontrar la salida a la guerra comercial que ya dura seis meses y debilitó a ambas potencias económicas, sacudió los mercados financieros y empañó las perspectivas de la economía global.
Sin embargo, las probabilidades parecen ir en contra de hallar una solución significativa al enfrentamiento entre ambas potencias esta semana. Quizás lo mejor que se podría esperar, según los analistas, es que las dos partes acepten seguir conversando.
Pekín y Washington se siguen distanciando y aumentando las tensiones entre ambas naciones. Estados Unidos exige fundamentalmente que China reduzca sus aspiraciones de convertirse en un líder mundial más que todo en el campo tecnológico.
Christopher Adams, exfuncionario de comercio estadounidense, aseveró que a su consideración no cree que “sea posible un acuerdo amplio que cambie fundamentalmente su sistema”, señaló.
Si las potencias económicas no logran antes de marzo un acuerdo, la Casa Blanca podría aumentar sus aranceles a 200.000 millones de mercancías chinas.
Trump pretende que China cambie sus prácticas comerciales, en especial la “obligación” de transferir tecnología a las empresas extranjeras que quieren trabajar en el gigante asiático y también que reduzca su déficit comercial con Estados Unidos.