PARÍS.- Después de Volkswagen en mayo y Renault el martes, Peugeot fue imputado este miércoles por “fraude” en Francia, en medio de la investigación sobre el escándalo del “dieselgate”.
La acción desbloquea así un expediente que llevaba años estancado y que también podrían derivar en las mismas consecuencias para Citroen y Fiat-Chrysler.
En un comunicado, Stellantis, matriz de Peugeot, anunció la imputación de su filial “por acusaciones de fraude sobre la venta de vehículos diésel Euro 5 que tuvo lugar en Francia entre 2009 y 2015”.
“Nuestras filiales están firmemente convencidas de que sus sistemas de control de emisiones cumplían todos los requisitos aplicables en ese momento y los siguen respetando hoy en día, y esperan con impaciencia la ocasión de demostrarlos”, añadió el grupo.
Una fuente judicial confirmó este miércoles la imputación de Peugeot por el cargo de “fraude que conlleva un peligro para la salud del ser humano o del animal”.
Un reporte de la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión del Fraude, transmitido a la justicia en febrero de 2017, descubrió una “estrategia global destinada a fabricar motores fraudulentos, y después comercializarlos”.
Según los investigadores, PSA (Peugeot- Citroen) vendió entre septiembre de 2009 y septiembre de 2015 en Francia unos 1,9 millones de vehículos diésel de generación Euro5, “cuyo motor presentó estrategias fraudulentas”.