BISKEK.- El presidente de Kirguistán, Sooronbái Zheenbékov, presentó su dimisión este jueves después de 10 días de disturbios postelectorales.
Jeenbekov aseguró que quería evitar enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que exigían su renuncia.
“No me aferro al poder. No quiero quedar en la historia de Kirguistán como el presidente que derramó sangre y disparó contra sus propios ciudadanos. Por lo tanto decidí presentar mi renuncia”, justificó Zheenbékov durante su discurso al pueblo.
Zheenbékov llamó al primer ministro de ese país, Sadir Zhapárov y a otros políticos a retirar a sus partidos de Biskek con el propósito de estabilizar la situación y establecer La Paz en la capital.
“La Paz en Kirguistán, la integridad del país, la unidad de nuestro pueblo y La Paz en la sociedad están sobre todo. No me aferro al poder”, agregó el ahora expresidente.
Kirguistán ha estado en crisis desde las elecciones parlamentarias del 4 de octubre, rechazadas por la oposición después de que los aliados del presidente fueran declarados ganadores.
La comisión electoral eliminó los comicios luego de que partidarios de la oposición se tomaran las calles y ocuparan edificios públicos.
No obstante, la crisis política lleva años en la exrepública soviética de Asia central. Jeenbekov es ahora el tercer presidente derrocado en un levantamiento popular desde 2005.