JOHANNESBURGO.- La cifra de fallecidos por la ola de protestas y violencia que sacuden a Sudáfrica en los últimos dos asciende ya a 10, con 389 personas arrestadas, según confirmó el presidente del país, Cyril Ramaphosa, quien llamó a la sociedad a “restaurar la calma”.
La ola de disturbios comenzó el pasado viernes tras la entrada en prisión del expresidente Jacob Zuma de 79 años y condenado a 15 meses de prisión por negarse a copar con una investigación judicial sobre supuesta corrupción en los que habría estado envuelto durante su presidencia.
Los incidentes no dejaron de crecer durante el finde de semana y este lunes, degenerando en saqueos masivos de centros comerciales, quema de tiendas y violentas enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que han sido incapaces hasta ahora de controlar la situación, lo que derivó en la movilización del Ejército.
Entre los numerosos heridos, se encontraba un bebé de seis meses que recibió el disparo de una bala de goma en la cabeza, detalló un doctor, que también relató que se produjeron enfrentamientos entre los heridos que intentaban entrar en la clínica.
Los incidentes se producen en ele por momento de una agresiva ola de casos de COVID-19 en el país, que el más golpeado por la pandemia de toda África, con unos 2,2 millones de contagios y unas 64.000 muertes.