Doha, con reservas por el resultado de la cumbre árabe

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DOHA.- Catar dijo el domingo que tenía reservas respecto de las declaraciones de línea dura sobre Irán hechas tras las cumbres de emergencia en La Meca, organizadas por Arabia Saudita.

«Las declaraciones condenaron a Irán pero no se referían a una política moderada para hablar con Teherán», declaró el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, ministro de Relaciones Exteriores de Catar. Las cumbres «adoptaron la política de Washington hacia Irán y no una que tenga en cuenta a los vecinos», agregó.

Además, cuestionó la unidad requerida por los países vecinos en medio de un bloqueo en curso contra el país del Golfo. «La declaración de la cumbre del Golfo hablaba de un Golfo unificado, pero ¿dónde está eso, en medio de la continuación del bloqueo de Catar?», sostuvo.

El primer ministro de Catar, Sheikh Abdullah bin Nasser Al Thani, asistió al evento, que contó con la participación de los países miembros de la Organización de Países Islámicos, la Liga Árabe y el Consejo de Cooperación del Golfo.

Respondiendo, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos criticaron a Catar por plantear estas reservas. «Los países durante las cumbres anuncian sus posiciones y reservas en las reuniones de acuerdo a las costumbres, no después de las reuniones», afirmó el lunes el ministro de Estado para Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, Adel al-Jubeir.

El ministro de Estado de Asuntos Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash, criticó a Doha por estar «débil» bajo presión. «Me parece que la asistencia y el acuerdo en las reuniones y luego dar marcha atrás en lo que se decidió es un resultado de la presión sobre los débiles que carecen de soberanía o tienen malas intenciones o falta de credibilidad; podrían ser todos estos factores», escribió el domingo por la noche.

Las tres cumbres de emergencia, que Arabia Saudita organizó durante el fin de semana en la ciudad sagrada de La Meca, se produjeron tras los ataques contra activos petroleros, incluidos dos petroleros saudíes frente a la costa de Emiratos Árabes Unidos.

El rey saudí Salman atacó a Irán por lo que llamó su «agresión desnuda» contra la «estabilidad y seguridad internacional» de la región.

Teherán rechazó las acusaciones por infundadas, y dijo que Arabia Saudita había unido a Estados Unidos e Israel en un esfuerzo «sin esperanzas» para movilizar a la opinión regional en su contra.