DOHA.- El estado de Catar asegura que la planta nuclear de Barakah, en construcción en Emiratos Árabes Unidos, representa una grave amenaza para la estabilidad regional y el medio ambiente, y pidió al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que cree un marco para la seguridad nuclear en el Golfo.
En una carta al director general del OIEA, Yukiya Amano, el Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó que Doha tiene «serias preocupaciones con respecto a la operación de la planta de energía nuclear ubicada en Barakah».
«El estado de Catar cree que la falta de cooperación internacional con los estados vecinos en materia de planificación de desastres, salud y seguridad y protección del medio ambiente constituye un grave problema para la estabilidad de la región y su entorno», señala la carta.
Emiratos Árabes Unidos, por su parte, negó que haya problemas de seguridad con la planta, que está siendo construida por Korea Electric Power Corporation (KEPCO) y será operada por la empresa francesa EDF.
«Emiratos Árabes Unidos se adhiere a su compromiso con los más altos estándares de seguridad nuclear, seguridad y no proliferación», aseguró el embajador Hamad Al Kaabi, Representante Permanente de Abu Dhabi ante el OIEA, en una declaración a la agencia Reuters.
En la misma declaración, Emiratos Árabes Unidos pospuso nuevamente la fecha de inicio de la planta, diciendo que ahora se espera que entre en operación en 2020. Estaba programado que abriera en 2017, pero la puesta en marcha ya se ha retrasado dos veces debido a problemas de capacitación del personal operativo.
Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Egipto y Baréin rompieron relaciones diplomáticas, comerciales y de transporte con Catar en junio de 2017 por las acusaciones de que apoya el terrorismo, una acusación que Doha niega rotundamente.