WASHINGTON.- El presidente Donald Trump ha aprobado últimamente decretos y ha cancelado programas de inmigración que afectan el futuro de cientos de millones de personas.
Musulmanes y latinos que viven en los Estados Unidos temen a veces la volatilidad de lo que suele demostrar el pensamiento de Donald Trump, sin embargo algunas de estas disposiciones del presidente se han vuelto contra él.
Apenas una semana después de haber tomado el cargo el 27 de enero del año pasado el presidente aprobaba un polémico decreto por el cual durante un periodo de 90 días prohibía la entrada a ciudadanos de 7 países, en su mayoría musulmanes. Era el primer gesto para contentar a las bases mas extremistas que lo votaron y quienes relacionan la inmigración ilegal con la inseguridad y el terrorismo que amenaza al país.
El decreto fue un fracaso, no se había preparado al personal para llevarlo a cabo y tuvo que ser revisado varias veces ante las críticas de la prensa internacional y los amparos judiciales presentados.
En septiembre de 2017 finalmente le puso fecha de caducidad al programa de acción diferida (DACA) tras decidir que expiraría el 5 de marzo de este año.
El mandatario condiciona de esta manera el futuro de casi 600.000 soñadores, jóvenes que fueron ingresados de niños en los Estados Unidos, que han crecido, estudiado y desarrollado sus lazos en el país, muchos de los cuales ni siquiera han vuelto a pisar sus países de origen, a la aprobación y obtención de fondos para la construcción del famoso muro fronterizo. .
En noviembre 2017 le tocó el turno a centroamericanos. Tras el terremoto de 2010 que azoto al el Salvador, más de un cuarto de millón de inmigrantes de ese país se acogieron entonces a un programa temporal que evitaba la deportación (TPS pos sus siglas en ingles), basándose en las crisis casi humanitarias que afectaban a esas naciones, incluso se les concedía un permiso de trabajo temporal.
Trump decidió ahora que en diciembre de 2019 se acaba el programa y de nuevo la gran incertidumbre para miles de familias que en algunos casos ya llevan 20 años viviendo en los Estados Unidos.
En Enero de este año tuvo lugar su famoso comentario despectivo sobre países de donde provenían los inmigrantes, insultado a Haití, el Salvador y a todo el continente africano.
En Febrero dijo que cortaría la ayuda a los países que permiten ingresar drogras a los Estados Unidos y nombro particularmente a el Salvador, Guatemala, Honduras y México, que según sus dichos son países que no evitan que sus ciudadanos crucen las fronteras.
Lo cierto es que la dirección marcada por Trump respecto a la política inmigratoria va a definir el futuro multicultural de una nación que creció y se hizo fuerte justamente en base a la libertad y las oportunidades. la paradoja es que el mismo Trump es hijo, nieto y esposo de extranjeros que llegaron a los Estados Unidos buscando un futuro mejor.
