Ecuador elige nuevo presidente en medio de la pandemia

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Elecciones

QUITO.- Cerca de 13 millones de ecuatorianos están llamados a votar para elegir presidente y vicepresidente, 137 asambleístas y cinco parlamentarios andinos, en 4.276 recintos habilitados en todo el territorio ecuatoriano y 101 recintos en el exterior, según el consejero del Consejo Nacional Electoral de Ecuador (CNE), José Cabrera. 

La contienda electoral supone un nuevo enfrentamiento entre dos formas de gobierno radicalmente opuestas y enfrentadas desde hace más de una década. 

 El jueves se dio inicio a la primera jornada de votación adelantada para 8.300 privados de libertad, y el viernes prosiguió el sufragio bajo la modalidad de Voto en Casa para mayores de 50 años y personas con discapacidad física del 75 por ciento. 

Los ecuatorianos elegirán al próximo presidente y vicepresidente de entre 16 candidatos, entre los que más se destacan Andrés Arauz, del partido Unión por la Esperanza (UNES), respaldado por el expresidente Rafael Correa; Guillermo Lasso, empresario de centroderecha, candidato por el movimiento CREO, y el indígena Yaku Pérez, de la agrupación de izquierda PachaKutik. 

Para ser electo presidente en esta primera vuelta de las elecciones, el candidato deberá tener 50% más uno de los votos válidos, u obtener 40% de los votos válidos y una diferencia de diez puntos porcentuales con el segundo más votado. 

En caso de que sea necesario celebrar una segunda vuelta, esta se celebrará el 11 de abril. 

Asimismo, los 137 asambleístas serán elegidos de entre 2.156 postulantes y a los parlamentarios andinos de entre 75 posibles candidatos. 

Ecuador es la primera nación latinoamericana que acude a las urnas este 2021, en plena crisis sanitaria por el coronavirus, y ante el desafió de garantizar la modalidad presencial, al ser el voto obligatorio para los residentes en el país entre 18 y los 65 años, y facultativo entre los 16 y los 18, y mayores de 65 años. 

Aunque las elecciones estarán vigiladas por unos 3.000 observadores, en su mayoría nacionales, a los que se suman individuos y organismos internacionales como la OEA, no son pocos los ecuatorianos a los que les surgen dudas acerca del buen funcionamiento del CNE y afirman que los propios candidatos estarían “comprando” no solo encuestas, sino resultados. 

Se trata de un proceso bajo la lupa después de que en la segunda vuelta de las presidenciales de 2017 surgieran sospechas de fraude al producirse un apagón digital.