WASHINGTON.- Estados Unidos aseguró que impondrá sanciones tres altos funcionarios norcoreanos por violaciones de los derechos humanos, a pesar de los esfuerzos del mandatario Donald Trump para atraer al régimen a un acuerdo de desnuclearización.
Fue el Departamento del Tesoro quien aseguró que está tomando estas acciones “en respuestas a las violaciones graves y persistentes de derechos humanos por parte del régimen”.
Se trata de la primera vez que funcionarios de Pyongyang son directamente sancionados por Washington desde la cumbre de junio entre Trump y su homólogo Kim Jong Un.
En un comunicado, Steven Mnunchin, Secretario del Tesoro dijo que se dirigió a “altos responsables norcoreanos que dirigen departamentos que implementan, en nombre del régimen, la brutal censura estatal, abusos de los derechos humanos y otros abusos para reprimir y controlar la población”.
El ministro de Seguridad Pública de Corea del Norte, Jong Kong Thank, se encuentra en una lista negra de Estados Unidos por su papel en la censura y las violaciones de derechos humanos.
El jefe del Departamento de Organización en el Partido de los Trabajadores de ese país asiático, Choe Ryong Hae, también es un objetivo. De hecho, “ es visto como el número dos” que ejerce el control sobre el partido, el gobierno y el ejército”, señaló el Tesoro estadounidense, recordando que también es el vicepresidente del comité central de la formación que gobierna Corea del Norte.
Los activos de los tres funcionarios serán congelados en Estados Unidos y ellos ya no podrán hacer negocios con estadounidenses.
El portavoz del Departamento de Estado, Robert Palladino, aseguró que “defender estos derechos y libertades es una prioridad de la política exterior que representa las mejores tradiciones de Estados Unidos”.
“Los abusos contra los derechos humanos en Corea del Norte siguen estando entre los peores del mundo e incluyen ejecuciones extrajudiciales, trabajos forzados, tortura, detenciones arbitrarias prolongadas, violaciones, abortos forzosos y violencia sexual”, aseveró.
La sanciones impuestas por la administración de Trump pueden tener poco impacto en los funcionarios de uno de los países más herméticos del mundo, pero representan una medida de fuerza simbólica en momentos en que Corea del Norte busca mayor aceptación por Estados Unidos.