NACIONES UNIDAS.- Estados Unidos acusó al presidente venezolano Nicolás Maduro y a varios funcionarios y militares de alto rango del régimen de robar del programa venezolano de distribución de alimentos y de beneficiarse con masivas operaciones de minería ilegal de oro.
Las acusaciones fueron hechas por el país del norte durante una reunión informal del consejo de Seguridad de Naciones Unidas con el objetivo de demostrar que en Venezuela existe una corrupción “insaciable” que ha llevado a todo un pueble a la ruina y “desembocado en una crisis humanitaria”, que el gobierno venezolano se empeña en negar su existencia.
Nikki Halley, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, junto a un alto funcionario del Departamento del Tesoro estadounidense aseguraron que los líderes venezolanos sustituyen alimentos valorados y populares como leche en polvo por otros de producción masiva y menos valor y luego venden esos productos más valorados en el mercado negro para quedarse con la diferencia. Un negocio con el hambre de una nación entera.
Los funcionarios también denunciaron que el gobierno venezolano sobrepaga por comida que en realidad no cuesta tanto, vendiéndosela así a la gente y guardando lo restante.
Halley señaló que la “corrupción a la escala de Venezuela es un crimen moral contra su pueblo. Pero también es un asunto de paz y seguridad internacional”, aseveró la funcionaria norteamericana. En la reunión no hubo representantes venezolanos ni funcionarios de la misión de Venezuela ante la ONU.
Tanto Halley como el funcionario del Tesoro le pidieron a la comunidad internacional que deje de hacer cualquier tipo de negocio con Venezuela.