WASHINGTON.— Legisladores estadounidenses están reclamando una ampliación de las restricciones a la venta de equipos de fabricación de semiconductores a China, luego de que una investigación bipartidista revelara que las empresas chinas compraron 38.000 millones de dólares en maquinaria avanzada el año pasado.
Según un informe publicado este martes por el Comité Selecto sobre China de la Cámara de Representantes, las inconsistencias entre las reglas de Estados Unidos, Japón y los Países Bajos han permitido que fabricantes no estadounidenses vendan a firmas chinas que las empresas de EE. UU. no pueden abastecer. El comité pidió prohibiciones más amplias y coordinadas entre los aliados, en lugar de restricciones puntuales sobre compañías específicas.
El monto de 38.000 millones de dólares —un aumento del 66 % frente a 2022, cuando se introdujeron muchas de las medidas restrictivas— fue adquirido legalmente a los cinco mayores proveedores mundiales de equipos de semiconductores: Applied Materials, Lam Research, KLA, ASML y Tokyo Electron. Esa cifra representó cerca del 39 % de las ventas globales combinadas de esas compañías.
“Estas ventas son las que están haciendo a China cada vez más competitiva en la fabricación de una amplia gama de semiconductores, con profundas implicaciones para los derechos humanos y los valores democráticos en todo el mundo”, señaló el informe.
Tanto administraciones demócratas como republicanas han buscado limitar la capacidad de China para producir microchips, un sector clave para la inteligencia artificial y la modernización militar. Además, ambas potencias compiten por dominar el mercado global de tecnologías avanzadas, como los centros de datos impulsados por IA.
Mark Dougherty, presidente de la filial estadounidense de Tokyo Electron, afirmó que las ventas a China comenzaron a caer este año debido a nuevas regulaciones, y pidió mayor coordinación entre Washington y Tokio. “Desde la perspectiva de Estados Unidos, aún no se ha alcanzado el resultado deseado”, dijo a Reuters.
ASML y KLA declinaron hacer comentarios, mientras que Applied Materials y Lam Research no respondieron a las consultas.
El comité detalló que los fabricantes cooperaron con la investigación y fueron informados sobre los resultados. También identificó tres empresas chinas de especial preocupación por motivos de seguridad: SwaySure Technology, Shenzhen Pengxinxu Technology y SiEn (Qingdao) Integrated Circuits. Estas compañías fueron señaladas el año pasado por sus supuestos vínculos con una red secreta que asiste a Huawei, lo que llevó a funcionarios estadounidenses a prohibir las exportaciones hacia ellas en diciembre.
El informe recomendó que las futuras restricciones incluyan controles más estrictos sobre los componentes que China podría utilizar para desarrollar sus propios equipos de fabricación de chips.
“China está intentando reescribir toda la cadena de suministro”, advirtió Craig Singleton, investigador sénior de la Foundation for Defense of Democracies. “Lo que antes eran segmentos de nicho en la industria de herramientas, ahora son verdaderos campos de batalla”.