WASHINGTON.- El secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, ofreció el martes la posibilidad de que su país considere reducir las sanciones contra Irán y otras naciones para ayudar a combatir la epidemia de coronavirus, sin embargo no dio señales concretas de que planee hacerlo.
Este lunes, Irán, a través de su ministro de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, denunció que el “terrorismo médico” de Washington a través de sanciones está provocando “una catástrofe humanitaria” en el país persa.
Zarif sostiene que las sanciones impuestas por la Casa Blanca hacen “imposible” a la población tener acceso a medicamentos.
“El bloqueo ilegal de los recursos financieros de Irán a causa de las extensas sanciones hace imposible el acceso a medicamentos y a equipo médicos”, denunció el encargado de la diplomacia persa.
Los comentarios de Pompeo suponen un giro de 180 grados en el lenguaje del Departamento de Estado estadounidense, que ha sido criticado por su línea dura en materia de bloqueos, incluso ante la petición del secretario general de la ONU de reducir las sanciones económicas, por lo menos durante la pandemia.
Pompeo subrayó que los suministros humanitarios están exentos de las sanciones que Washington volvió a imponer a Teherán después de que le presidente Donald Trump abandonará el acuerdo nuclear suscrito entre las potencias mundiales con Irán en 2015 con el objetivo de controlar su programa nuclear.
No obstante, las sanciones vigentes de Estados Unidos disuaden a muchas empresas del comercio humanitario con Irán, una de las sanciones más afectadas por la COVID-19.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de que Washington revaluara su postura sobre las sanciones impuestas a Irán, Pompeo respondió la prensa: “Evaluamos todas nuestras políticas constantemente, así que la respuesta es: ¿nos lo replantearemos alguna vez? Por supuesto”.
Irán sumó este miércoles más de 138 muertes en un día y ya acumula más de 3.000.