WASHINGTON.- Estados Unidos está desplegando un grupo de ataque de portaaviones y un grupo de trabajo de bombarderos en Medio Oriente para enviar un mensaje claro a Irán de que cualquier ataque a los intereses de los Estados Unidos o sus aliados se enfrentará con «fuerza implacable».
En medio de las crecientes tensiones entre Washington y Teherán, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, dijo el domingo que el despliegue del USS Abraham Lincoln Carrier Strike Group en la región del Comando Central de Washington fue una respuesta «a una serie de indicaciones y advertencias preocupantes y progresivas».
«Estados Unidos no está buscando una guerra con el régimen iraní, pero estamos completamente preparados para responder a cualquier ataque, ya sea por poder, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica o las fuerzas iraníes regulares», sostuvo Bolton en un comunicado.
Si bien no es raro que los portaaviones desplegados en Medio Oriente se utilicen como un elemento disuasivo para Irán, sí sorprende que Bolton haya publicado una declaración que especifique a Irán.
Washington ha dicho que detendrá las exenciones para los países que compran petróleo iraní, en un intento por reducir a cero las exportaciones petroleras de Irán. También ha incluido en la lista negra al cuerpo de la Guardia Revolucionaria de élite de Irán.
En respuesta, Irán dijo que ha movilizado todos sus recursos para vender petróleo en un «mercado gris». Amir Hossein Zamaninia, viceministro de Petróleo de Irán, informó a los medios de comunicación estatales el domingo que Irán continuará exportando petróleo a pesar de las sanciones de Estados Unidos, que dijo que no eran ni justas ni legítimas.
«Hemos movilizado todos los recursos del país y estamos vendiendo petróleo en el ‘mercado gris'», afirmó Zamaninia a la agencia estatal de noticias IRNA. «Ciertamente no venderemos 2,5 millones de barriles por día como con el acuerdo nuclear», continuó. «Tendremos que tomar decisiones serias sobre nuestra gestión financiera y económica, y el gobierno está trabajando en eso», agregó el funcionario.
Los esfuerzos de la administración Trump para imponer el aislamiento político y económico en Teherán comenzaron el año pasado, cuando se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear que Washington y otras potencias mundiales negociaron con Irán en 2015.
Un funcionario estadounidense dijo que las fuerzas «han sido ordenadas a la región para disuadir a lo que las fuerzas iraníes consideraron como posibles preparativos y sus representantes que podrían indicar posibles ataques contra las fuerzas estadounidenses en la región».