WASHINGTON.— El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha anunciado la entrega de un Sistema Terminal de Defensa de Área a Gran Altitud (THAAD) y la movilización de batallones adicionales hacia la región de Medio Oriente en respuesta a los ataques recientes dirigidos contra las fuerzas estadounidenses en la zona.
Este incremento en la presencia militar se suma a las recientes medidas tomadas por la Casa Blanca, que incluyen el envío de una importante flota naval a la región, incluyendo dos portaaviones, buques de apoyo y unos 2.000 marines.
El Secretario de Defensa, Lloyd Austin, emitió un comunicado en el que explicó que estas acciones buscan fortalecer la postura del Departamento de Defensa en Medio Oriente, tras discusiones detalladas con el presidente Joe Biden sobre la escalada de tensiones protagonizada por Irán y sus fuerzas aliadas en la región.
Paralelamente, la situación humanitaria en la Franja de Gaza ha alcanzado un estado «catastrófico», según advierten cinco agencias de la ONU.
Los hospitales en esta región están desbordados y los niños están perdiendo la vida a un ritmo alarmante. Organizaciones como la Organización Mundial de la Salud, el Programa Mundial de Alimentos, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Fondo de Población de las Naciones Unidas señalan que la situación humanitaria ya era desesperada antes del conflicto desencadenado por los ataques del grupo terrorista Hamás en Israel el 7 de octubre. Ahora, se ha vuelto catastrófica.
Estas agencias de la ONU hacen un llamado a la comunidad internacional para que aumente su ayuda, ya que el tiempo apremia antes de que las tasas de mortalidad se disparen debido a la aparición de enfermedades y a la falta de recursos médicos.
La Franja de Gaza, un territorio estrecho y empobrecido de 362 km², ha estado bajo un bloqueo israelí por tierra, aire y mar desde que Hamás tomó el poder en 2007. Desde el 9 de octubre, se encuentra en un estado de «asedio completo» impuesto por Israel, que ha cortado el suministro de agua, electricidad y alimentos.
Según las agencias de la ONU, los niños están muriendo a un ritmo alarmante, privados de derechos básicos como la protección, la alimentación, el agua y la atención médica. Los hospitales están desbordados, y la población civil tiene dificultades crecientes para acceder a alimentos esenciales.
El comunicado conjunto concluye solicitando un alto el fuego humanitario, junto con un acceso inmediato y sin restricciones a Gaza, para permitir que las organizaciones humanitarias lleguen a las personas necesitadas.