WASHINGTON.- El presidente Donald Trump anunció que Estados Unidos designa al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI) como una «organización terrorista» extranjera, lo que marca la primera vez que Washington califica formalmente a los militares de otro país de «grupo terrorista».
Los funcionarios iraníes han amenazado con responder al movimiento, y los legisladores prepararon una legislación que etiquetaría al ejército estadounidense como un «grupo terrorista», según los medios de comunicación estatales de Irán.
Estados Unidos ya ha incluido en la lista negra a docenas de entidades y personas por afiliaciones con el CGRI, pero no a la organización en su conjunto.
Trump confirmó informes anteriores de que Washington estaba planeando la designación, y dijo que continuará aumentando la presión financiera y elevará los costos para Irán «por su apoyo a la actividad terrorista».
Trump dijo en una declaración que la medida «reconoce la realidad de que Irán no solo es un estado patrocinador del terrorismo, sino que el CGRI participa activamente en las finanzas y promueve el terrorismo como una herramienta de la política».
La designación «aclara los riesgos de realizar negocios con el CGRI o de brindar soporte al grupo», expresó Trump. «Si estás haciendo negocios con el CGRI, estarás financiando el terrorismo».
La designación, que según el secretario de Estado Mike Pompeo entrará en vigencia en una semana, permite a Estados Unidos denegar la entrada a personas que proporcionaron apoyo material al CGRI o enjuiciarlas por infracciones de sanciones. Esto podría incluir a empresas y empresarios europeos y asiáticos que tratan con muchas de las afiliadas al grupo de élite iraní.
También complicará la diplomacia. Sin exclusiones o renuncias a la designación, las tropas y diplomáticos de Washington podrían ser excluidos del contacto con las autoridades iraquíes o libanesas que interactúan con funcionarios o sustitutos del CGRI.
El Pentágono y las agencias de inteligencia estadounidenses han expresado su preocupación sobre el efecto que tendrá la designación si la medida no permite el contacto con funcionarios extranjeros que podrían haberse reunido o comunicado con el personal del CGRI. Esas preocupaciones han disuadido en parte a las administraciones anteriores de dar el paso, que se ha considerado durante más de una década.