VARSOVIA.- El vicepresidente estadounidense Mike Pence acusó a los aliados europeos de intentar romper las sanciones contra Teherán y les pidió que se retiren del acuerdo nuclear con Irán.
En una conferencia sobre Oriente Medio organizada por Estados Unidos en Polonia, Pence criticó a la Unión Europea por seguir siendo parte del acuerdo después de que la administración Trump se retirara de él el año pasado e impusiera duras sanciones a Irán.
«Lamentablemente, algunos de nuestros principales socios europeos no han sido tan cooperativos. De hecho, han liderado los esfuerzos para crear mecanismos para romper nuestras sanciones», aseguró Pence.
El mes pasado, Alemania, Francia y Gran Bretaña lanzaron una herramienta financiera para ayudar a las empresas europeas con intereses comerciales legítimos en Irán a evitar las sanciones estadounidenses. Pence sostuvo que el esquema establecido por la UE para facilitar el comercio con Irán era «un esfuerzo para romper las sanciones estadounidenses contra el régimen revolucionario asesino de Irán». «Es un paso poco aconsejable que solo fortalecerá a Irán, debilitará a la UE y creará aún más distancia entre Europa y Estados Unidos«, agregó.
Francia y Alemania se negaron a enviar a sus principales diplomáticos a la reunión a nivel de ministros de relaciones exteriores, mientras que Irán denunció la reunión como un «circo» estadounidense anti iraní destinado a «demonizarlo».
Anteriormente, el secretario de Estado Mike Pompeo había pedido una «nueva era de cooperación» para resolver los desafíos de Medio Oriente y dijo que ningún país podía permitirse permanecer al margen. «Estados Unidos busca una nueva era de cooperación entre todos nuestros países para enfrentar estos problemas», expresó Pompeo a los ministros de Relaciones Exteriores y otros funcionarios de más de 60 países en Varsovia el jueves.
Se abstuvo de criticar directamente a Irán, incluyéndolo en su lugar en una lista de desafíos regionales que van desde Siria y Yemen hasta la paz palestino-israelí. «Ninguno de los desafíos de la región se resolverá por sí solo. Debemos trabajar juntos por la seguridad», remarcó.
Jared Kushner, yerno del presidente de Estados Unidos Donald Trump, participa en la conferencia de Varsovia, donde hablará a puertas cerradas sobre los contornos de una propuesta de paz para el conflicto palestino-israelí, que se presentará después de las elecciones hebreas en abril.
El gobierno palestino no asistió y ha llamado a la conferencia una «conspiración estadounidense». Se niega a la mediación estadounidense después de que Trump en 2017 reconociera a Jerusalén como la capital de Israel. El jueves, un funcionario palestino dijo que la conferencia carecía de credibilidad ya que pretendía «normalizar» la ocupación israelí del territorio palestino.
«Al estar totalmente del lado del gobierno israelí, los estadounidenses han tratado de normalizar la ocupación israelí y la negación sistemática del derecho palestino a la libre determinación», escribió Nabil Shaath, asesor del presidente palestino Mahmoud Abbas, en una columna publicada por el periódico israelí Haaretz. «La conferencia de Varsovia es parte de este contexto», continuó. «Un proceso de paz no puede convertirse en un intento de obtener una amnistía por crímenes de guerra o hacer que una de las partes renuncie a sus derechos básicos en virtud de la Carta de la ONU», redactó finalmente.
La conferencia es vista como un esfuerzo liderado por Washington para aislar a Teherán, una prioridad de la política exterior de la administración Trump. Irán no fue invitado a la reunión, a pesar de ser clave en la región.
Los aliados europeos de Washington han expresado su preocupación de que la conferencia se convierta en una sesión de ataque a Irán y aumente las tensiones con Teherán. Los principales diplomáticos de la Unión Europea se mantuvieron alejados de ella.
