GINEBRA.- Los líderes mundiales se comprometieron el viernes a acelerar el trabajo para tener pruebas, medicamentos y vacunas contra el COVID-19 y compartirlos con todo el mundo, pero Estados Unidos se mantuvo al margen de participar en la iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El presidente francés, Emmanuel Macron; Ángela Merkel, canciller alemana; y el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, estuvieron entre los que se unieron en esta causa que la OMS calificó como una “colaboración histórica” para combatir la pandemia.
El objetivo es acelerar el desarrollo de medicamentos, pruebas y vacunas seguras y evicciones para poder prevenir, tratar y diagnosticar el COVID-19, y de esta manera garantizar el acceso equitativo a los tratamientos.
Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, dijo que el objetivo de la iniciativa global es conseguir 7.500 millones de euros, cerca de 8.100 millones de dólares, a principios de mayo, para acelerar el trabajo de prevención, diagnóstico y tratamiento.
De igual manera, en el compromiso participan líderes de Asia, Medio Oriente y América, quienes se unieron a la videoconferencia, pero un portavoz de la misión estadounidense en Ginebra aseguró a la prensa internacional que Estados Unidos no se involucrará.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha sido un duro crítico de la OMS por su lento reaccionar ante el brote por “estar parcialmente centra en China” y suspendió los fondos que su país da al organismo de las Naciones Unidas.