CALIFORNIA.- Este lunes se confirmó el fallecimiento de la séptima víctima relacionada al vapeo en Estados Unidos. La muerte se produjo en el condado de Tulare, California.
Las denuncias de misteriosos padecimientos pulmonares se han venido multiplicando en los últimos tiempos, de la mano del uso de cigarrillos electrónicos y dispositivos para el vapeo o vaping.
El uso de estos aparatos ha crecido exponencialmente en Estados Unidos, sobre todo en adolescentes y adultos jóvenes.
Por lo menos 450 casos graves, siete de los cuales terminaron en muertes, fueron reportados a las autoridades sanitarias estadounidenses, una cifra que va en aumento y ya enciende las alarmas en el norte.
Mientras tanto, en Europa, particularmente en Reino Unido que es el mercado más grande para ese producto, funcionarios de la Salud respaldan el producto como una alternativa para dejar de fumar.
Es el punto de vista que predomina en el viejo continente, donde las autoridades son más optimistas que en Estados Unidos porque los padecimientos estadounidenses se relacionan en gran media con líquidos de vapeo mezclados con THC, el completo psicoactivo del cannabis, que está prohibo en gran parte de Europa.
El temor en territorio estadounidense llegó a nivel federal, que recomienda evitar esa práctica hasta que estos casos sean analizados en profundidad y se identifiquen claramente sus causas, mientras en paralelo se impulsan restricciones y controles rigurosos a la industria que hasta ahora tenia pocas regulaciones.
“Está causando muchos problemas y vamos a tener que hacer algo al respecto”, señaló el presidente Donald Trump luego de de algunas reuniones con encargados de la salud.
Se estima que unos 3,6 millones de estudiantes de secundaria usaron productos de vapeo en Estados Unidos en 2018, un aumento de 1,5 millones sobre el año anterior.