SEÚL.- Según el medio surcoreano NewDaily, las autoridades norcoreanas ejecutaron este mes a un funcionario de aduanas quien pese a las restricciones por el COVID-19 importaba productos desde el extranjero.
“El 27 de noviembre, el Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur comunicó a la Asamblea Nacional que (…) Corea del Norte cometió actos irrazonables como la ejecución de un funcionario clave que no cumplió con las medidas contra el coronavirus de Wuhan”, sostiene el medio.
Según la inteligencia en Seúl, Kim Jong-un, líder norcoreano, últimamente manifiesta “emociones y enojo extremos” y toma decisiones poco razonables.
En particular, el ente apunta que a finales de octubre fue condenado a la pena de muerte un cambista influyente por especular con la tasa de cambio.
Además, en todo lugar donde se descubra la importación de mercancía extranjera, las autoridades declaran un confinamiento que empeora la situación económica.
Por esta razón, los puertos de Hysean y Nampo fueron paralizados a comienzos de noviembre, al igual que la ciudad de Rason. El día 20 de noviembre fue cerrada una carretera hacía la capital norcoreana Pyongyang.
De igual manera, Corea del Norte suspendió toda actividad pesquera y la extracción de sal al considerar que el agua marina podría ser contaminada con el SARS-CoV-2, según la Inteligencia de Corea del Sur.