BOGOTÁ.- Una ola de críticas se le vino encima a la administración de Iván Duque luego de que el diario El Colombiano revelara que algunas de las imágenes que el presidente incluyó en un dossier que entregó a Naciones Unidas para denunciar la presencia de guerrilleros amparados en Venezuela, resultaron ser falsas.
La denuncia se vio empañada por el escándalo de la falsedad de las imágenes que sustentaban el informe. Las Fuerzas Armadas publicaron un comunicado en el que confirman que 3 de las fotos que se presentaron en el documento, que ellos ayudaron a elaborar, no corresponden a la realidad.
“Se encontraron en el informe alguna fotos e carácter ilustrativo, cuyo propósito es apoyar el diseño gráfico del mismo, que pertenecían a agencias y que mantienen solidez del fondo del contenido del dossier”, reza el comunicado.
La agencia AFP confirmó que el Ministerio de Defensa de Colombia se comunicó con ellos para aclarar que en realidad son tres imágenes tomadas en Colombia y no en Venezuela. El Colombiano reporta una cuarta foto que fue sacada de contexto.
“La portavoz del ministerio de Defensa se disculpó con AFP vía telefónica y reconoció que en total hay al menos tres fotografías de la agencia en el dossier, que no se ha hecho público en su totalidad”, señala la agencia de noticias.
Después de estas declaraciones el comandante de las Fuerzas Militares, Fernando Navarro, no quiere por ese incidente, que es muy grave, se deje de lado la denuncia.
“El dossier e un instrumento para hacer un llamado al fortalecimiento de la cooperación internacional, a través de la Organización de las Naciones, con miras a tomar acciones que contrarresten la amenaza de los derechos y la democracia en la región”, dice Navarro en el comunicado.
“El gobierno de Colombia cumple con su derecho y su deber de denunciar a aquellos Estados que alojen, prometan, financien o permitan la circulación en su territorio de miembros de grupos que hayan cometido, cometan o planeen cometer actos terroristas en Colombia”.
No obstante, este error ha hecho que se ponga en duda la veracidad y la intención de la información entregada, además de dejar en vergüenza ante la comunidad internacional al mandatario colombiano y su equipo de inteligencia que elaboró el informe.
