WASHINGTON.—La dolarización de la economía argentina, propuesta por el candidato presidencial, Javier Milei, podría acarrear dificultades si no se mantienen unas «cuentas fiscales a raya», según señaló este miércoles William Maloney, economista principal para América Latina y el Caribe en el Banco Mundial.
El experto también subrayó que esta medida generararía «otras distorsiones y problemas adicionales«.
En su más reciente informe sobre perspectivas de crecimiento para la región, el banco de desarrollo estimó que Argentina experimentaría una contracción del 2,5 % en 2023, seguida de un crecimiento del 2,8 % en 2024 y del 3,3 % en 2025.
Con un índice de pobreza que supera el 40 % y una inflación que alcanzó más del 120 % en los últimos 12 meses hasta agosto, el panorama económico de la tercera economía regional es desalentador.
En un intento de abordar esta situación, Milei propone abandonar la moneda local, el peso, y adoptar el dólar en caso de ganar las elecciones presidenciales del 22 de octubre.
Sin embargo, el Banco Mundial no respalda esta propuesta. En opinión de Maloney, «es crucial controlar la inflación» en Argentina, pero lograrlo requiere un «equilibrio fiscal» y «confianza en la seriedad del gobierno».
Esta posición del Banco Mundial coincide con la del Fondo Monetario Internacional (FMI), que advirtió la semana pasada que la dolarización de la economía requeriría importantes preparativos y de ninguna manera puede sustituir las políticas macroeconómicas que el país debe abordar.