MUNDO.— El Banco Mundial alertó sobre posibles repercusiones económicas globales debido al conflicto en curso entre Israel y Palestina, advirtiendo que podría desencadenar aumentos en los costos energéticos similares a los experimentados durante el conflicto en Ucrania. Estos incrementos podrían impulsar niveles significativos de inflación a nivel mundial, de acuerdo con la entidad financiera internacional.
Según el informe más reciente de las Perspectivas Económicas Mundiales del Banco Mundial, la inestabilidad geopolítica en la región podría provocar un alza en los precios de la energía, generando riesgos adicionales de inflación y afectando la actividad económica global.
«El reciente conflicto en Oriente Medio, sumado a la situación existente en Ucrania, ha elevado los riesgos geopolíticos. El aumento de la conflictividad podría resultar en un incremento de los precios energéticos, con consecuencias más amplias para la actividad económica mundial y la inflación», destacó el informe.
Además, el Banco Mundial señaló otros riesgos vinculados a aspectos financieros, un crecimiento económico moderado, desafíos en el comercio internacional e incluso desastres asociados al cambio climático.
«Entre los riesgos se encuentran las tensiones financieras relacionadas con altas tasas de interés reales, la persistencia de la inflación, un crecimiento más débil de lo esperado en China, una mayor fragmentación del comercio y los desastres derivados del cambio climático», enfatizó la entidad financiera.
En líneas generales, las perspectivas del Banco Mundial para la economía mundial son desfavorables y podrían empeorar si continúan las tensiones geopolíticas, como las presentes en la Franja de Gaza y en Europa.
Para el año 2024, el Banco Mundial proyecta que la economía global estará al borde de establecer un récord negativo: cinco años con el crecimiento más bajo del Producto Interno Bruto (PIB) en las últimas tres décadas.
«Se prevé que el crecimiento global se ralentice por tercer año consecutivo, disminuyendo del 2.6% registrado el año pasado al 2.4% en 2024, es decir, casi tres cuartos de punto porcentual por debajo del promedio de la década de 2010», se indicó en el reporte.
El Banco Mundial menciona ya la posibilidad de una «década perdida», pues se esperaba que estos diez años representaran un período transformador para el desarrollo, algo que en la realidad está lejos de concretarse.
«Sin un cambio significativo de dirección, la década de 2020 será recordada como una década de oportunidades desaprovechadas», declaró Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial.
La entidad financiera propone un curso de acción para corregir esta situación, instando a los Gobiernos a tomar medidas inmediatas para acelerar la inversión y fortalecer los marcos de política fiscal. Además, enfatiza que los países en desarrollo deben aumentar sustancialmente la inversión, aproximadamente en USD 2.4 billones anuales, para abordar el cambio climático y alcanzar objetivos cruciales de desarrollo para 2030.
«Las expansiones en la inversión tienen el potencial de transformar las economías en desarrollo, ayudándolas a avanzar en la transición energética y a lograr una amplia gama de metas de desarrollo», mencionó Ayhan Kose, economista en jefe adjunto y director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
