LONDRES.- Este viernes el Reino Unido le dirá adiós a la Unión Europea y el primer ministro Boris Johnson se acerca a Estados Unidos, al recibir al secretario de estado estadounidense Mike Pompeo.
Por ahora, se trata de una transición formal, después de más de tres años y medio del referéndum de 2016 marcado por la victoria del “Leave” sobre el “Reamain”. De hecho, aún quedan 11 meses de traición del statu quo, destinados a avanzar rápidamente en la búsqueda frenética de un entendimiento sobre las futuras relaciones con los 27 socios, las comerciales en primer lugar.
Los cambios inmediatos serán invisibles para el público. El Reino Unido seguirá ,durante casi un año, siendo miembro de la UE en todo menos en el nombre. Lo de este viernes es una formalidad.
Los promotores del Brexit festejarán en un estilo más grandioso, ya que habrán fiestas en todo el país, incluida una frente al Parlamento, el organismo que frustró el Brexit tantas veces en 2019. Los votantes por la permanencia realizaran protestas en todo el país.
Pero mientras una página de la historia se cierra, Londres ya mira el porvenir. En ese contexto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, fue recibido en Downing Street, para baja el tono en la disputa con el Reino Unido sobre la apertura británica al gigante chino Huawei para redes 5G, así como para definir “fantásticas” posibilidades que se abren con el Brexit, en el sentido de relanzar la perspectiva de un tratado bilateral de libre comercio entre ambas naciones.
