ADÉN.- El ministro de Relaciones Exteriores de Yemen presentó su renuncia al surgir diferencias dentro del gobierno reconocido internacionalmente sobre el manejo de una iniciativa de paz liderada por Naciones Unidas en la estratégica ciudad portuaria de Hudaida, afirmaron el lunes dos fuentes del ministerio.
Khaled al-Yamani, quien asumió el cargo en mayo de 2018, dijo que dimitiría luego de que algunos funcionarios del gobierno de Abd-Rabbu Mansour Hadi lo culparan por no criticar el desempeño del enviado especial de Naciones Unidas, Martin Griffiths.
La renuncia debe ser aceptada por Hadi, quien el mes pasado se quejó en una carta al secretario general de la ONU de que Griffiths estaba «legitimando» al movimiento hutí involucrado en una guerra de cuatro años con una coalición liderada por Arabia Saudita, leal al presidente.
«Yamani esperaba ser despedido y por eso presentó su renuncia antes de que eso suceda», aseguró una fuente. Yamani no pudo ser contactado de inmediato para hacer comentarios.
En su carta al secretario general Antonio Guterres, Hadi aseguró que Griffiths no había supervisado adecuadamente el acuerdo para un alto el fuego y la retirada de tropas en Hudaida, que se convirtió en el foco de la guerra el año pasado cuando la coalición intentó apoderarse del Mar Rojo, controlado por el grupo opositor.
El pacto alcanzado en diciembre, el primer avance significativo en la pacificación en más de cuatro años, se estancó durante meses hasta que los hutíes alineados con Irán, quienes expulsaron a Hadi del poder de la capital Sanaa a fines de 2014, el mes pasado abandonaron tres puertos en Hudaida en un movimiento unilateral.
La coalición aún tiene que verificar la retirada o enfrentarla retirando sus propias fuerzas agrupadas en los bordes de Hudaida, antes de una redistribución más amplia por ambos lados en una segunda fase.
Los hutíes recientemente intensificaron los ataques con aviones no tripulados en ciudades sauditas tras una pausa el año pasado antes de las conversaciones de diciembre.
Se espera que un funcionario de Naciones Unidas visite Arabia Saudita esta semana para conversar con funcionarios de Arabia Saudita y Yemen. El gobierno de Hadi se basa ahora en el puerto de Adén, en el sur de Yemen.
Hudaida maneja la mayor parte de las importaciones comerciales y de ayuda de Yemen y es un salvavidas para millones de personas en riesgo de morir de hambre en la empobrecida nación de la Península Arábiga.
La alianza árabe musulmana sunita, respaldada por Occidente, intervino en Yemen en 2015 para intentar restablecer el poder del gobierno de Hadi en un conflicto que ha matado a decenas de miles de personas. Los hutíes afirman que su revolución es contra la corrupción.