BRUSELAS.- La forma en la que la Unión Europea responda al brote de coronavirus determinará su futura credibilidad, aseguró una ministra francesa este domingo, luego de que el grupo de 27 países no alcanzara un acuerdo la semana pasada sobre las medidas a tomar para amortiguar el impacto económico.
La UE está luchando por ofrecer una respuesta coordinada al COVID-19, el último que reto al que se enfrenta después de haber sido sacudida por el Brexit, la oleada de inmigrantes de 2015-2016 y la crisis de deuda de la eurozona.
La cumbre del pasado jueves, como informó Último Cable, dejó en evidencia la profunda división entre los países del Bloque sobre cómo afrontar la respuesta a esta crisis.
Dos conceptos contra puestos se han ido desarrollando en los últimos días: por un lado los países del sur, liderados por España e Italia y los del norte a la cabeza de los Países Bajos y Alemania.
El norte nunca llegó a estar tan mal, y ha seguido por muchos años una política de contención para crearse un espacio fiscal del que Berlín y Ámsterdam no se han desprendido a pesar de las llamada de la propia Comisión Europea a que invirtieran para estimular la economía en el viejo continente. Ahora Alemania ha podido usar ese espacio para crear un plan de 750.000 millones de euros para proteger su economía. Mientras que Italia, el epicentro de la pandemia, solo ha podido poner 25.000 millones para contener su crisis.
Al pedido de España e Italia de emitir coronabonos, Holanda y Alemania consideraron que es un anatema y lo rechazaron de plano. Incluso los han bautizado como algo parecido al monstruo del lago Ness, que nunca ha sido visto ni tampoco está encima de la mesa, aseguraron.
“Si Europa sólo es un mercado único en tiempos de bonanza, entonces no tiene sentido”, dijo a France Inter Amelie de Montchalin, ministra de Asuntos Europeos de Francia.
Asimismo ocurrió en Austria, donde el canciller Sebastián Kurz reclamó los dobles raseros dentro de bloque luego de que su país fuera frenado en sus esfuerzos por conseguir mascarillas de Alemania, mientras que otras capitales criticaron los propios controles de Viena en la frontera con Italia.
“Una vez que la crisis haya pasado, tendrá que haber unas duras discusiones dentro de la UE”, dijo Kurs a la prensa local.
Montchalin dijo que «no habrá un repunte económico en Alemania y los Países Bajos si el resto de Europa sigue enferma”. “La crisis del coronavirus ha planteado preguntas existenciales para Europa”, agregó.
Alemania es cautelosa y decidió esperar a ver la dimensión de la crisis, mientras que Países Bajos, incluso va mas allá, explicando que hay que tener en cuenta los riesgos que puede suponer facilitar créditos sin estar sujetos a condicionalidad, lo que podría estimular comportamientos poco saludables.