JARTUM.- El gobierno militar de Sudán ha acusado al movimiento de protesta de la escalada de violencia, cuando se inició el segundo día de la huelga general de la oposición.
Los grupos de oposición y de protesta hicieron un llamado a los trabajadores para que se queden en casa después de que las fuerzas de seguridad irrumpieran en un campamento de protesta el 3 de junio, matando a decenas y asestando un golpe a las esperanzas de una transición pacífica después del derrocamiento del presidente Omar al-Bashir en abril.
El teniente general Jamaleddine Omar, del consejo militar gobernante, dijo el lunes que al cerrar las carreteras y establecer barricadas, los manifestantes cometieron un crimen.
«La Alianza para la Libertad y el Cambio (como se conoce a la unidad del movimiento de protesta) es totalmente responsable de los incidentes desafortunados recientes, incluido el bloqueo de carreteras que viola las leyes humanitarias internacionales», afirmó Omar.
Dijo además que el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido, el grupo paramilitar acusado de dispersar violentamente el campamento de protesta de una semana de duración en la capital, Jartum, han reforzado su presencia en todo el país «para devolver la vida a la normalidad».
Mientras tanto, los líderes de la protesta instaron al pueblo sudanés a continuar la huelga general, parte de una campaña de desobediencia civil lanzada el domingo. Después de semanas de protestas, se trata de presionar al gobernante Consejo de Transición Militar (TMC) para que entregue el poder a un gobierno dirigido por civiles.