KABUl.- La filial del Estado Islámico en Afganistán se atribuyó la responsabilidad del último ataque con cohetes en Kabul este 30 de agosto.
Como informó Último Cable, las defensas antimisiles de Estados Unidos interceptaron varios de los cohetes que fueron disparados contra el aeropuerto de Kabul, donde este lunes, tras 20 años, terminó la operación de las tropas aliadas en medio de un ambiente de tensión e incertidumbre.
El Wilayat Khorosan es una célula del ISIS, conocida como ISIS-K, y opera como una filial entre Afganistán y Pakistán. Los expertos coinciden en que la relación de este grupo con los talibanes no es de amistad, ya que sus objetivos son diferentes y compiten a muerte entre ellos.
Horas después del ataque, el ISIS-K se atribuyó el ataque y comunicó que había disparad seis cohetes. Los misiles alcanzaron un barrio cercano al aeropuerto pero, según dijo un portavoz talibán citado por Efe, no hubo ninguna víctima.
Después del ataque, la Casa Blanca informó que las operaciones de evacuación continuaron “sin interrupción” hasta culminar la retirada en horas de la tarde noche.
El ISIS-K fue fundado en 2015 por exmiembros de los talibanes paquistaníes, los talibanes afganos y el Movimiento Islámico de Uzbekistán, pero con el tiempo ha logrado atraer a más miembros y aprovechar la experiencia de estos para usarla contra los grupos a los que pertenecían.
Así, este grupo comenzó a consolidarse en los territorios fronterizos entre Afganistán y Pakistán y el sitio del antiguo bastión de Al Qaeda. Con esta posición territorial estratégica, lograron recolectar suministros y suficientes reclutas para combatir, todo ello financiado desde su sede ISIS en Iraq y Siria.