BRUSELAS.— La cotización del euro frente al dólar se se volvió a situar brevemente este lunes por debajo de la paridad ante las perspectivas que apuntan a un creciente riesgo de recesión en la Europa.
Asimismo, hay gran incertidumbre por la reunión en Jackson Hole de representantes de la Reserva Federal de Estados Unidos y de otros bancos centrales, que se realizará el próximo jueves y viernes.
Commerzbank, uno de los bancos más relevantes de Alemania, estimó que la divisa comunitaria no se recuperaría sino hasta a mediados de 2023. Asimismo, para la entidad, la crisis que atraviesa Europa es mucho más grave que la de Estados Unidos, y el escenario no parece ser el propicio para una pronta recuperación.
Bajo la mirada de Commerzbank el euro mantendría su valoración inferior al dólar incluso para el primer trimestre de 2023 y estima que el par euro/dólares “caiga por debajo de la paridad en ocasiones en los próximos meses”.
El pasado 13 de julio, el euro ya cotizó por debajo del dólar por primera vez en 20 años, aunque al igual que cómo sucedió hoy, la moneda europea se recuperó y volvió a la paridad con la divisa estadounidense.
La principal razón esbozada por Commerzbank es que ante los ojos del mercado la crisis europea es mucho más riesgosa que la de Estados Unidos. Según los analistas, en Europa la recesión estaría impulsada por una potencia crisis energética relacionada con el gas y el suministro derivado de la guerra en Ucrania.
Por otra parte, la crisis en Estados Unidos se ha dado principalmente por la política agresiva de la Reserva Federal y “se ha observado de esa forma con frecuencia en el pasado”, destacó la entidad germana.
Para la institución, la moneda europea se comenzará a recuperar a mediados de 2023 “cuando los inversionistas apuesten cada vez más por un final a la crisis”. Solo en ese punto, al cierre del segundo trimestre, nuevamente por encima del dólar.
La paridad del euro frente al dólar estadounidense es una de las preocupaciones en Europa a nivel económico, ya que podría encarecer todavía más las importaciones de energía y materias primas, lo que agravaría la inflación en el viejo continente en un contexto marcado por la guerra de Ucrania, algo que sin duda impactaría en los hogares.