WASHINGTON.— La expansión del humo de numerosos incendios en Canadá continúa afectando el noreste de Estados Unidos, generando una mala calidad del aire en ciudades como Washington y Nueva York, una situación que se prolongará durante varios días.
Millones de ciudadanos en el área, aproximadamente 75 millones de personas, permanecen en alerta debido al riesgo de inhalar aire potencialmente dañino procedente de los numerosos incendios forestales que se están produciendo en Canadá. La nube de humo proveniente de estos incendios ha sido detectada visiblemente por los satélites de la NASA.
En un comunicado, la agencia espacial estadounidense explicó que normalmente el humo de los incendios forestales en Canadá suele pasar a Estados Unidos varias veces durante el verano, pero suele pasar desapercibido porque se encuentra a una altitud relativamente alta en la atmósfera y los vientos tienden a llevarlo hacia el este y hacia el mar.
Sin embargo, en esta ocasión, debido a un fenómeno meteorológico conocido como «baja presión costera», el humo se desvió hacia el sur y el este de Estados Unidos, degradando la calidad del aire a nivel de la superficie que millones de personas respiran.
Ryan Stauffer, científico de la NASA, señaló que la contaminación por humo en la superficie desde Nueva York hasta la región de Washington D.C. es la más significativa desde julio de 2002, cuando se produjo una situación similar.
Después de las impactantes imágenes publicadas el miércoles, en las que se veía el Empire State Building rodeado por una nube de humo naranja, el Capitolio de Estados Unidos en Washington amaneció este jueves sumido en la bruma. La alcaldesa de la capital, Muriel Bowser, confirmó que la ciudad se encontraba en el nivel de alerta púrpura, el más alto, y recomendó a la población no permanecer al aire libre y usar mascarillas si es necesario salir.
Debido a la mala calidad del aire, la Casa Blanca canceló un evento para celebrar el orgullo gay que iba a tener lugar en el jardín sur de la mansión presidencial y en el que iba a participar la cantante Betty Who.
En Nueva York, el cielo se encontraba notablemente más claro en comparación con el día anterior, pero el índice de contaminación seguía siendo alto. Los agentes ofrecían mascarillas a las personas en las estaciones de tren, paradas de autobús y parques.
La calidad del aire en Nueva York empezó a mejorar ligeramente por la mañana, aunque todavía se mantenía en un nivel 5 de 6, considerado «muy poco saludable». Ciudades como Filadelfia y Harrisburg en Pensilvania, así como Baltimore, Newark, Pittsburgh, Detroit,