BERLÍN.- El ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, pidió aplicar «mano dura» en los solicitantes de asilo que se resistan a ser deportados.
El líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) calificó como «una bofetada en la cara al estado de derecho alemán», lo sucedido la semana pasada en un refugio de Ellwanger.
Seehofer, crítico de la política migratoria de Merkel, sostiene que el objetivo actual del país es «rebajar» la llegada de solicitantes de asilo y a la vez acelerar las expulsiones de quienes hayan sido rechazados.
El día jueves, más de 200 solicitantes de asilo impidieron la deportación de un joven togolés atacando a la policía. La operación fue coartada y tres policías resultaron heridos.