El mundo profundiza las relaciones con el Talibán

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KABÚL.- Los talibanes buscan participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Pero permitirlo, sería darles cabida a los radicales islamistas. 

Si bien un gobierno no tiene que ser necesariamente reconocido por todos los Estados miembro de las Naciones Unidas para participar en la Asamblea General. El gremio de la ONU es quien toma la decisión de quien admite y a quién no. 

No obstante, es un paso importante para la legitimidad, o por lo menos hacia las deseadas relaciones internacionales, si se les considera el derecho a participar en las Naciones Unidas. 

El gobierno radical de Afganistán aseguró: “Queremos tener buenas relaciones con nuestros vecinos, con los países de la región y del mundo”.

En ese sentido, Heiko Maas, ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, aseguró que si fuera “posible políticamente y si la situación de seguridad lo permitiera, Alemania volvería a tener su propia embajada en Kabul”.

Por su parte, la Unión Europea coordina la acogida de refugiados afganos en países vecinos de Afganistán, para lo que destinará 300 millones de euros a final del próximo año, un tercio de los cuales procederán desde Berlín. 

Bruselas busca garantizar los derechos humanos en el convulso país y evitar que grupos terroristas como Al Qaeda o el Estado Islámico se fortalezcan allí. 

Por su parte, Estados Unidos tomó una posición similar a la de la Unión Europea. Joe Biden aún no ha presentado una nueva estrategia para lidiar con Afganistán. Pero por el momento, se replantea las relaciones con el Talibán. 

Asimismo, Turquía, potencia de la región, muestra un claro interés en frenar el éxodo de migrantes afganos. Ankara ya comenzó a construir un muro en su frontera con Irán, para evitar así la llegada de refugiados a Europa. 

No obstante, Turquía también está buscando un diálogo sincero con los talibanes, que le pidieron a la nación gestionar la seguridad del aeropuerto de Kabul. 

Rusia clasifica a los talibanes como terroristas, pero ha mantenido contactos con ellos durante mucho tiempo. El presidente ruso, Vladímir Putin, llamó a la “cooperación constructiva” con el movimiento gobernante en Afganistán. 

China es el país más abierto a los talibanes, ya que busca explotar recursos minerales afganos y ampliar la Ruta de la Seda.