BERLÍN.— La industria alemana está preocupada por las afectaciones a los suministros, pues la actual sequía ha hecho que el agua en el río Rin llegue a muy bajos niveles récord, dijo hoy la Federación de Industrias Alemanas (BDI).
Por las principales arterias fluviales de Alemania navegan los barcos con carga reducida. «Las compañías se están preparando para lo peor», dijo en una declaración el subdirector gerente de BDI, Holger Loesch. «La ya tensa situación económica en las compañías está empeorando«.
En ese sentido, la Confederación de la Industria Alemana (BDI) advirtió que la sequía provocará la reducción de suministros, de la producción y de la jornada laboral en algunos sectores, lo que se trasladará directamente al bolsillo de los alemanes ya golpeado por la inflación en la Zona Euro.
«Es solo cuestión de tiempo antes de que las plantas de la industria química o del acero sean cerradas, de que los aceites minerales y los materiales de construcción dejen de llegar a su destino, o de que los grandes volúmenes y los transportes pesados ya no puedan llevarse a cabo», dijo Loesch.
La Oficina de Vías Navegables y Navegación (WSA) del Rin dijo hoy que la situación en el tramo medio del Rin, en donde el río tiene menos profundidad, sigue siendo tensa. El nivel del agua en Kaub se ubica actualmente en 32 centímetros, lo cual equivale a una profundidad de canal de apenas 1,44 metros.
El bajo nivel de las aguas puede agravar los problemas del suministro energético, puesto que los inconvenientes de transporte afectarían los planes del Gobierno de Olaf Scholz de aumentar temporalmente el uso del carbón ante la espinoza crisis que vive Europa por la escasez de energía.
Asimismo, si los niveles de agua en la estación de monitoreo de Kaub permanecen por debajo de la marca crítica de 78 centímetros durante un periodo de 30 días, la producción industrial de la segunda economía de Europa bajará cerca de uno por ciento, advirtió la semana pasada el Instituto Kiel para la Economía Mundial (IfW Kiel).
La BDI advierte que períodos de sequía como el que se vive hoy en Alemania no serán la excepción, sino la regla, por lo que pide crear un sistema que permita una reacción temprana a los problemas que se presenten en el transporte fluvial, sumando presión a la coalición gobernante.
«Tenemos que enfrentar el hecho de que en el largo plazo vamos a tener que adaptarnos una y otra vez a situaciones extremas de bajo nivel del agua debido al cambio climático», dijo el lunes el ministro de Asuntos Digitales y Transporte, Volker Wissing, al diario Rheinische Post.