CIUDAD DE VATICANO.— El papa Francisco, hospitalizado en el hospital Gemelli, pasó una noche tranquila y descansó, informó la oficina de prensa del Vaticano, después de que este sábado se agravase al sufrir una crisis respiratoria por la que se le tuvo que suministrar oxígeno, así como requirió transfusiones de sangre debido a una anemia.
En el escueto comunicado del Vaticano no se dan más detalles, después de que este sábado se comunicó que «el estado del Santo Padre continúa siendo crítico» y que «por el momento está en pronóstico reservado».
El papa había presentado una crisis respiratoria asmática prolongada, que requirió también la aplicación de oxígeno de alto flujo», explicó el parte médico difundido este sábado por la tarde
Además añadía que «los análisis de sangre realizados hoy también revelaron trombocitopenia (plaquetas en sangre en cantidad inferior al normal), asociada a la anemia, que requirió la administración de transfusiones de sangre».
Y señalaba que Francisco sigue «alerta» y «pasó el día sentado en el sillón» aunque con más molestias que el día anterior», añadió la nota. Al igual que en la rueda de prensa del viernes, los médicos del Policínico Gemelli de Roma reiteraron que «el papa no está fuera de peligro».
Mientras tanto en El Vaticano continúan los actos del Jubileo y hoy se celebrará el dedicado a los diáconos y en sustitución del papa Francisco oficiará la misa en la basílica de san Pedro el pro-prefecto del dicasterio para la Evangelización, Rino Fisichella, así mismo sólo se difundirá el texto del ángelus escrito por el papa, como la semana pasada. Un nuevo parte médico se espera a media tarde.