ANKARA.— El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), grupo militante que ha estado en conflicto sangriento con Turquía durante más de cuatro décadas, decidió disolverse y poner fin a su lucha armada, según informaron el lunes miembros del grupo y autoridades turcas.
Desde que el PKK lanzó su insurgencia en 1984 —originalmente con el objetivo de crear un Estado kurdo independiente— el conflicto ha dejado más de 40.000 muertos, generado una enorme carga económica y alimentado tensiones sociales.
La decisión del PKK podría impulsar la estabilidad política y económica de Turquía, miembro de la OTAN, y alentar medidas para reducir tensiones en Irak y también en Siria, donde fuerzas kurdas están aliadas con tropas estadounidenses. Aunque Ankara celebró la disolución, esto no garantiza la paz. Más bien, allana el camino para acordar un complicado marco legal que permita el desarme seguro del PKK, designado como organización terrorista por Turquía y sus aliados occidentales.
“El XII Congreso del PKK decidió disolver la estructura organizativa del PKK… y poner fin a la lucha armada”, informó la agencia Firat en la declaración final del congreso realizado la semana pasada en el norte de Irak, donde se encuentra la base del grupo.
Un dirigente del PKK confirmó por separado la decisión y aseguró que cesarán todas las operaciones militares “de inmediato”, aunque el traspaso de armas dependerá de la respuesta de Ankara y su actitud frente a los derechos kurdos y al destino de los combatientes y líderes del PKK.
Los kurdos representan alrededor del 20% de los 86 millones de habitantes de Turquía.
El PKK celebró el congreso en respuesta a un llamado hecho en febrero por su líder encarcelado, Abdullah Öcalan, detenido en una isla al sur de Estambul desde 1999. El grupo señaló que él gestionará el proceso.
No obstante, no está claro si Ankara aceptará el papel de Öcalan, cuya figura genera rechazo entre muchos turcos según las encuestas. Tampoco se han dado detalles sobre cómo se implementará en la práctica el desarme y la disolución del PKK.
Repercusiones regionales
Tampoco está claro cómo afectará este proceso a la milicia kurda YPG en Siria, si es que lo hace. La YPG lidera una fuerza aliada con EE. UU. contra el Estado Islámico y es considerada por Turquía como una rama del PKK. La YPG ha declarado anteriormente que el llamado de Öcalan no le aplica, en contradicción con la postura de Ankara. No comentó de inmediato sobre el anuncio del PKK.
La disolución representa una oportunidad para que el presidente Tayyip Erdogan promueva el desarrollo del sureste de Turquía, mayoritariamente kurdo, donde la insurgencia ha afectado la economía regional durante décadas.
Analistas señalaron que Erdogan, quien ha intentado varias veces terminar con el conflicto, está enfocado en los beneficios políticos internos que la paz podría traerleTurquía tomará las medidas necesarias para avanzar hacia un país “libre de terrorismo” tras la decisión del PKK, dijo el director de comunicaciones de la presidencia, Fahrettin Altun.
En su comunicado, el PKK señaló que “ha cumplido su misión histórica”, que con el tiempo pasó de buscar un Estado independiente a exigir mayores derechos y autonomía limitada en el sureste de Turquía. “La lucha del PKK ha roto la política de negación y aniquilación de nuestro pueblo, y ha llevado la cuestión kurda a un punto donde puede resolverse mediante la política democrática”, afirmó en el portal Firat, que mostró imágenes de altos miembros del grupo vestidos con uniformes de combate en el congreso.

