JARTUM.- El presidente de Sudán, Omar al-Bashir, prometió que el nuevo año generará un desarrollo económico, mientras las fuerzas de seguridad dispersaron las protestas antigubernamentales en la capital con gas lacrimógeno y munición real.
En un discurso que marcó los 63 años de independencia de Sudán, al-Bashir dijo que el presupuesto de 2019, aprobado el domingo, ayudaría al país «a superar la crisis actual», refiriéndose a la ira por el aumento del precio del pan y el combustible y la escasez de productos básicos, lo que ha impulsado las manifestaciones a través de Sudán en las últimas dos semanas.
«Por primera vez en la historia, conformamos el presupuesto en proyectos de desarrollo destinados a disminuir el sufrimiento de las personas, manteniendo subsidios en ciertos bienes y artículos, elevando los salarios y absteniéndose de las cargas fiscales», expresó al-Bashir ante una audiencia en Jartum, la capital del país.
También mencionó las asociaciones bilaterales con China, Rusia y los estados del Golfo como medios para alcanzar este objetivo. «Hemos participado en alianzas estratégicas que apuntan a aumentar la eficiencia de nuestra economía y a proporcionar una base sólida para nuestra base de producción nacional».
Las manifestaciones, provocadas por el aumento de los precios y la escasez de combustible, comenzaron el 19 de diciembre y rápidamente se convirtieron en mítines antigubernamentales que exigían que al-Bashir renuncie.
Cuando comenzaron las protestas, al-Bashir había dicho que tomaría medidas económicas para reducir la tasa de inflación. Pero los manifestantes dicen que han escuchado estas promesas antes y durante sus 29 años de mandato. Por eso, explican los analistas, lo que quieren es que renuncie y entregue el poder a un gobierno interino hasta que se celebren las elecciones.
Al-Bashir también pidió a los sudaneses «de todos los lados políticos que permanezcan unidos y dialoguen, como el único medio para resolver diferencias», un escenario que parece poco probable dado el malestar actual.