MANILA.- La oficina de Rodrigo Duterte, el mandatario filipino, emitió un documento que acusa al organismo de tratar de imponer su jurisdicción sobre él “en violación del debido proceso y la presunción de inocencia”. Sucede poco después de que el tribunal comenzara una investigación de su campaña antidroga.
La decisión del presidente, que tendrá “efecto inmediato”, involucra a funcionarios de Naciones Unidas como como perpetradores de “ataques sin fundamento, sin precedentes e indignantes contra mi persona y mi administración”. Las acusaciones tienen origen en una denuncia que realizó un ciudadano filipino en abril de 2017, al pedir que se juzgue a Duterte por los “asesinatos en masa” cometidos durante los años en que fue alcalde de Davao y desde su asunción como presidente, en junio de 2016.
Desde que comenzó la investigación, el gobierno amenazó con la ruptura de relaciones con el tribunal internacional si éste decidía avanzar, argumentando que hacerlo sería violar su soberanía nacional, dado que ya existe un proceso abierto dentro del país contra la guerra antidroga.