El pueblo sudanés rechaza inversiones de Riad y Abu Dhabi

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Jartum.- Los manifestantes sudaneses pidieron a Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos que «conserven su dinero», un día después de que los dos países del Golfo se ofrecieran a enviar a Jartum 3 mil millones de dólares de ayuda.

Horas después de que los estados ricos en petróleo hicieran el anuncio de ofrecimiento el domingo, los manifestantes en la sentada frente a la sede militar de Sudán en la capital comenzaron a gritar: «No queremos el apoyo de Arabia Saudita».

Los militares retiraron del mando al gobernante de larga data, Omar Al Bashir, a principios de este mes, luego de meses de protestas contra él, durante las cuales murieron decenas de personas.

Los dos países del Golfo, en una declaración conjunta, dijeron que se depositarían 500 millones en el banco central de Sudán para «aliviar la presión sobre la libra sudanesa y lograr una mayor estabilidad en el tipo de cambio». El resto del dinero de la ayuda se enviará en forma de alimentos, medicamentos y derivados de combustible, agregó el comunicado.

Muchos manifestantes en la sentada dijeron que sospechaban que los dos países intentaban influir en el consejo de transición militar gobernante con la ayuda.

El jefe del consejo militar de transición de Sudán, el teniente general Abdel Fattah al-Burhan, era el jefe de las tropas terrestres del país cuando Jartum envió a sus soldados a Yemen como parte de una coalición liderada por los saudíes contra los rebeldes hutíes.

Los economistas aseguran que Sudán necesita toda la ayuda financiera que pueda obtener para mejorar su situación económica. «Sudán necesita tal asistencia y préstamos para cubrir la brecha en el desequilibrio comercial. Necesita apoyo financiero para cubrir las áreas de insuficiencia en su presupuesto anual», declaró Muhammad Aljak, profesor de economía en la Universidad de Jartum.

«Es demasiado pronto para juzgar si esta asistencia se está dando con algunas condiciones políticas o grandes concesiones del consejo militar. Sudán necesita este dinero y necesita usarlo adecuadamente», agregó Aljak.

Sudán, país de más de 40 millones de habitantes, sufre una crisis económica cada vez más profunda que ha provocado escasez de efectivo y largas colas en panaderías y estaciones de servicio. Los manifestantes salieron a las calles por primera vez en diciembre del año pasado, luego de un alza en el precio del pan.

El movimiento económico impopular causó enojo generalizado. Hasta hace poco, el país estaba sometido a las severas sanciones estadounidenses, que duraron dos décadas y se levantaron en octubre de 2017.