JERUSALÉN.- Los dos principales partidos políticos de Israel estaban en punto muerto este miércoles tras una inédita repetición de las elecciones generales, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, podría enfrentar serios problemas para mantenerse en el cargo.
Fuentes del Comité Electoral de Israel señalaron que tras escrutar el 92% de los votos se mantiene el empate técnico a 32 escaños entre el Likud del primer ministro y la coalición Azul y Blanco, del exgeneral Benny Gantz.
Mientras los resultados oficiales de las elecciones generales de este martes siguen haciéndose esperar, los datos y sondeos a pie de urna muestran que ninguno de los dos candidatos podría sumar con sus socios naturales los 61 escaños necesarios para formar una mayoría en el Parlamento, de 120 diputados.
Avigdor Lieberman, del Partido Nuestro Hogar, podría ser quien tenga la llave del nuevo ejecutivo y aseguró que insistirá en la formación de un gobierno laico de unidad entre el Likud de Netanyahu y el partido Azul y Blanco de Gantz.
Según Lieberman, “es la única opción sobre la mesa”. Sin embargo, esta vía podría poner en peligro el largo mandato de Netanyahu.
Sin el respaldo de Nuestro Hogar, ninguno de los dos partidos tendría los representantes necesarios para lograr la mayoría parlamentaria con sus aliados ideológicos.
Gantz ha comenzando a trabajar sobre esta vía, que según fuentes de su coalición, ya inició contactos con otros líderes, incluidos los de la Lista Conjunta árabe, la tercer fuerza más votada.
Por su parte, Netanyahu también inició conversaciones para “formar un gobierno fuerte, estable y sionista” que evite un ejecutivo que cuente “con los que apoyan al terrorismo”, en referencia a la Lista Conjunta árabe.