WASHINGTON.- Diez aspirantes a convertirse en el candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos arremetieron este miércoles contra la economía nacional y contra el gobierno republicano que consideran solo para ricos, en el arranque de la campaña de cara a las elecciones 2020.
Los demócratas enfatizaron en la desigualdad como tema central de su lucha para impedir un segundo mandato del candidato republicano, Donald Trump.
La atención médica y la inmigración, por encima de cualquier otro tema, coparon el debate. La senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren, destacó sobre los demás al pedir, a veces en solitario, un “cambio fundamental” en la economía y el gobierno para abordar la creciente brecha entre los ricos y la clase media.
El debate supuso un gran paso adelante en la campaña presidencial de 2020 mientras los demócratas intentan despejar la atestada lista de aspirantes centrados en una cuestión: ¿Quién es el mejor posicionado para derrotar a Trump?. Otros diez candidatos, incluyendo el por ahora favorito Joe Biden, debatirán hoy jueves.
Si bien, Trump es el objetivo final de muchos votantes demócratas, el presidente no fue un gran protagonista de la noche del miércoles. El gobernador de Washington, Jay Inslee, fue uno de los candidatos que atacó con dureza al mandatario al afirmar que “la mayor amenaz a la seguridad de Estados Unidos es Donald Trump”.
En lugar de en Trump, los demás demócratas se centraron en el asunto que le dio al partido la mayoría en la Cámara de Representantes el año pasado: la atención médica. Todos respaldaron el concepto de sanidad universal, aunque discreparon en la forma de alcanzar ese objetivo.
Los demócratas libraron un debate en su mayoría civilizado con pocas muestras de la dura confrontación que ha dominado la política en la era Trump. Los aspirantes, al menos por una noche, se centraron en su visión de los que es y debería ser Estados Unidos y ninguno fracasó estrepitosamente.