ESTOCOLMO.- A partir de ahora cualquier acto sexual que no cuente con una aprobación explícita por cualquiera de las dos partes será considerado violación, gracias a la ley que aprobó el gobierno.
¿Que cambió esta nueva norma? Hasta el momento se hablaba jurídicamente de violación solo si el acto sexual se realizó con violencia o bajo amenaza. Ahora, de no existir un gesto, una palabra u otra herramienta que manifieste un sí, se tratará como un caso de violación y la justicia caerá sobre el agresor.
Este punto es controvertido ya que muchos diputados sostienen que se dificultará trazar el límite entre el sí y el no: «Simplemente participar físicamente es ya una señal de consentimiento», explicó Anna Hannell, jueza que participó en la elaboración de la ley. Los jueces comenzará a delimitar esa linea.
«Seguro que se tardará unos años hasta que se imponga en la práctica. Pero prometo que después nadie querrá volver a la antigua legislación. Una vez dado el paso, está dado», dijo Morgan Johansson, ministro de justicia, quien sostiene la modalidad permitirá condenar a más violadores.
Entre otras cosas, la ley prevé destinar 11,5 millones de euros a la lucha contra el acoso y las violencias sexuales.