MADRID.— El mandatario de Colombia, Gustavo Petro, solicitó al gobierno español su colaboración para excluir al ELN de las listas de organizaciones terroristas elaboradas por distintos países. A pesar de que España respalda los esfuerzos por alcanzar la paz, el presidente Pedro Sánchez consideró que aún es temprano para tomar una decisión al respecto.
Petro ofreció una conferencia de prensa en Madrid junto al presidente del gobierno español, Sánchez, en la que se abordaron las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En ese contexto, Petro solicitó la colaboración de España para que el ELN pueda salir de las listas de organizaciones terroristas elaboradas por distintos países y adquirir «otro estatus realmente político». La reunión tuvo lugar en el palacio de la Moncloa, sede del gobierno español.
Sánchez, por su parte, reiteró su apoyo a las negociaciones de paz, en las que España es país «acompañante», pero consideró que aún es temprano para tomar una decisión al respecto. El presidente español había anunciado previamente una contribución de un millón de euros a las negociaciones de paz en 2023.
Actualmente, el gobierno colombiano y el ELN mantienen en La Habana la tercera ronda de negociaciones de paz con el objetivo de alcanzar un cese al fuego. La reunión entre Petro y Sánchez tuvo lugar en la segunda jornada de la visita de Estado del presidente colombiano a España, la única que acoge el país europeo este año.
Durante su estancia en España, Petro fue invitado de honor de una cena de gala organizada por el rey Felipe VI y pronunció un discurso ante el Parlamento. Sin embargo, los diputados de extrema derecha se ausentaron después de que Petro hablara del «yugo» español antes de su visita a España.
El presidente colombiano se explicó posteriormente sobre estas declaraciones, afirmando que el feudalismo era un sistema de dominación que separaba a la gente en dos clases y que no cree que haya defensores de ese tipo de yugos en la actualidad.
Por último, Petro se refirió a la guerra contra las drogas, señalando que «ninguno de sus resultados es positivo». Tras mencionar los miles de muertos en Colombia y Estados Unidos, afirmó que esta estrategia muestra «un fracaso mundial» y la necesidad de encontrar nuevas formas de hacer política.