MADRID.- La salida de Reino Unido de la Unión Europea está resultando ser más costosa de lo que se pensaba. Cada día más países del bloque europeo se muestran inconformes por la forma en que se están llevando las cosas en Londres.
Esta vez fue España, que exige al Reino Unido reciprocidad en uno de los aspectos más sensibles del Brexit: el trato a los ciudadanos expatriados.
Madrid legisló de urgencia para blindar los derechos de los 365.967 británicos que residen oficialmente en el país y denuncia falta de mecanismos similares en Reino Unido.
Actualmente hay más británicos viviendo España que españoles viviendo en Reino Unido, contrario a lo que se pensaba.
Sin embargo, tanto Londres como Madrid se han pronunciado por respetar los derechos de estas personas. No obstante, hasta que no se firme un acuerdo de Brexit entre el Reino Unido y la Unión Europea, el destino de ellos es incierto.
Los esquemas planteados por ambos gobiernos difieren bastante entre sí, por lo que en la última instancia, Madrid afirmó estas dispuesta a aplicar el principio de reciprocidad.
El Gobierno español aprobó en marzo un decreto muy detallado por si la ruptura entre Reino Unido y la UE es inamistosa. Ese esquema contempla casi todas las facetas de la vida diaria de los ciudadanos, entre ellas la convalidación de títulos universitarios y permisos de conducir. También garantiza, con limitaciones, la permanencia de empresas británicas que operen en España.
El artículo 2 de dicho decreto señala que si en dos meses las autoridades británicas no otorgan “un tratamiento recíproco a ciudadanos y empresas españoles, “serán suspendidas las medidas reguladas” en el texto legal.