MADRID.— El presidente de España, Pedro Sánchez, y el primer ministro polaco, Mateuz Morawiecki, hablan de posible “genocidio” en Ucrania, tras la masacre de civiles en Bucha, cerca de Kiev, de donde se retiraron las tropas rusas.
“Vamos a hacer todo lo posible porque quienes han perpetrado esos crímenes de guerra no queden impunes, y, por tanto, puedan comparecer ante los tribunales, en este caso, la Corte Penal Internacional; para hacer frente a esos supuestos casos de lesa humanidad, de crímenes de guerra, y por qué no decirlo, de genocidio”, dijo Sánchez en un foro económico en Madrid.
También el primer ministro polaco pidió este lunes crear una comisión de investigación internacional sobre “el genocidio” cometido a su entender por el Ejército ruso en ciudades ucranianas, entre ellas Bucha.
“Esas masacres sangrientas cometidas por los rusos, soldados rusos, merecen ser llamadas por su nombre. Es un genocidio y debe ser juzgado”, declaró a la prensa Mateuz Morawiecki. “Es por ello que proponemos la creación de una comisión internacional para investigar ese crimen de genocidio”, agregó.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, condenó “la masacre” en Bucha de la misma manera que sus homólogos, donde fueron descubiertos cientos de cadáveres supuestamente asesinados por el ejército ruso, y la definió como “otra violación intolerable de los derechos humanos”.
Asimismo, el Gobierno de Suiza reclamó una investigación internacional e independiente sobre lo que pasó en Bucha, a las afueras de Kiev.