MERCADOS Y FINANZAS.— Las empresas más grandes han incrementado su peso en el S&P 500 más rápido de lo que crece su participación en las ganancias totales.
Lori Calvasina, jefa de estrategia de renta variable estadounidense en RBC Capital Markets, ha desmentido en reiteradas ocasiones las afirmaciones de que el mercado de acciones de EE. UU. se encuentre inmerso en una burbuja impulsada por la inteligencia artificial. Sin embargo, en un informe compartido recientemente con MarketWatch, incluyó un gráfico que —según admitió— empieza a ponerla algo nerviosa.
El gráfico en cuestión compara el peso de las 10 empresas más valiosas del índice S&P 500 con la proporción de las ganancias netas totales que generan. Calvasina señaló que el peso de estas compañías dentro del índice alcanzó recientemente un nuevo máximo, por encima del 44 %, el nivel más alto desde al menos 1990, según los datos de RBC. No obstante, su participación en las ganancias totales de las empresas del índice no ha crecido al mismo ritmo.
“Aunque en general no coincidimos con la visión de que el mercado esté en medio de una burbuja de IA similar a la de las TIMT, gracias a una base de ganancias más sólida, creemos que este riesgo ha aumentado”, afirmó Calvasina.
(TIMT se refiere a Technology, Internet, Media and Telecommunications, el acrónimo que suele usarse para describir la burbuja tecnológica que estalló a comienzos del año 2000).
Entre las 10 compañías más grandes del S&P 500, la temática de la inteligencia artificial está ampliamente representada. Figuran nombres como Nvidia, Meta Platforms, Broadcom, Microsoft, Amazon, Alphabet (contada dos veces por sus acciones clase A y clase C), Apple y Tesla. Solo una de las empresas del grupo no tiene una exposición directa o significativa a la IA.
Este fenómeno no es nuevo: según Calvasina, las empresas más grandes del índice vienen aumentando su peso más rápido que su proporción de ganancias desde al menos 2021. La razón principal es que los inversores están dispuestos a pagar una prima ante las expectativas de un crecimiento sostenido de las ganancias a largo plazo, especialmente desde que el lanzamiento de ChatGPT, a fines de 2022, desató la fiebre inversora por la inteligencia artificial.

En los últimos meses, sin embargo, la brecha entre el peso de las grandes compañías y su participación en las utilidades se amplió aún más. A fines de octubre, las 10 empresas más grandes del S&P 500 concentraban el 34,3 % de las ganancias netas totales del índice. Esto llevó la diferencia entre su peso en el índice y su participación en las ganancias a 9,9 puntos porcentuales, muy cerca de los 10,3 puntos registrados en marzo de 2000.
Las preocupaciones por una burbuja de IA resurgieron en las últimas semanas, tras los resultados corporativos de los grandes referentes del sector —los llamados hyperscalers—. Varios analistas de Wall Street vienen alertando sobre valuaciones excesivas desde mediados de 2023.
Las acciones de Meta se desplomaron la semana pasada, borrando más de 200 mil millones de dólares en valor de mercado, después de que dos analistas rebajaran su calificación por los planes de la empresa de aumentar el gasto en IA, según informó MarketWatch. El papel volvió a caer este lunes, reduciendo su ganancia anual a alrededor del 8,9 %.
Las subas en otros pesos pesados de la IA, especialmente Amazon, ayudaron a compensar esas pérdidas y permitieron que las bolsas de EE. UU. cerraran su tercera semana consecutiva al alza. Además, la noticia del lunes sobre el acuerdo entre Amazon y OpenAI —para que la tecnológica brinde potencia de cómputo en la nube a la empresa de IA— sostuvo el rally bursátil en el arranque de noviembre.
El lunes, los principales índices de Wall Street cerraron mayormente en positivo: el S&P 500 y el Nasdaq Composite subieron, mientras que el Dow Jones Industrial Average y el Russell 2000 de pequeñas empresas cerraron con leves caídas.
