BRUSELAS.— El crecimiento en la zona euro podría ser aún más débil de lo previsto, y el aumento de barreras al comercio global podría desencadenar una escalada de tensiones comerciales con efectos graves para la economía, advirtió el miércoles Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo.
La economía del bloque ha mostrado un crecimiento mínimo en el último año, y una eventual reelección de Donald Trump en EE. UU. podría afectar negativamente a la región, dado que ha promovido políticas arancelarias que imponerían a Europa un «gran costo».
«Los aranceles, las barreras comerciales y el proteccionismo tendrán un impacto negativo en la economía mundial», señaló De Guindos en una conferencia en Londres. «Confío en que las decisiones no desencadenen una guerra comercial».
La economía europea, dependiente del comercio exterior, enfrenta además una recesión industrial, impulsada en gran medida por los elevados costos energéticos y la débil demanda de China, factores que han limitado su crecimiento.
«Si se impone un arancel, hay que prever una reacción en forma de represalias, lo cual podría generar un ciclo negativo de inflación y aranceles, uno de los peores escenarios posibles», advirtió.
Panorama económico desalentador
El BCE ha reducido las tasas de interés en tres ocasiones este año debido a la desaceleración inflacionaria, y algunos funcionarios sugieren que podrían ser necesarias rebajas adicionales ante un panorama económico adverso.
Si bien los datos del tercer trimestre ofrecieron cierta mejora, atribuidos en gran medida a eventos temporales como los Juegos Olímpicos de París, De Guindos afirmó que la perspectiva general sigue siendo preocupante.
«Tras una ligera recuperación a inicios de 2024, los últimos indicadores muestran un debilitamiento en todos los países y sectores», expresó en Londres. «Estas cifras sugieren una perspectiva a corto plazo más débil de lo anticipado en septiembre por el BCE».
Los débiles datos de crecimiento impactarán en las proyecciones de inflación, las cuales también se ven condicionadas por las tasas de interés actuales del BCE, que frenan el crecimiento.
Si bien De Guindos destacó que la desinflación sigue en curso, evitó comprometerse con nuevos recortes, señalando que las próximas decisiones del BCE dependerán de la evolución de los datos.
Los mercados anticipan un recorte adicional de 25 puntos básicos en la reunión del 12 de diciembre, y prevén nuevas reducciones en las tres primeras reuniones del próximo año.